martes, 30 de octubre de 2007

Viaje Interior II

Estaba yo como algo agotado, ciertamente tambien deprimido, y encima con todo mi cuerpo dolorido interiormente, de una manera que el dolor parecia formar parte de mi propia vida, apenas habia podido descansar en el dia, un viaje en coche y tren, unas horas de hospital y luego volver a toda prisa para poder llevar a mi hijo a las ferias de la ciudad, donde el sonido de musicas sincopadas en las atracciones y el constante rumor de palabras de miles de personas, me abrumaban tanto, que me sentia mareado y no podia ni siquiera concentrarme en tomar una aceptable foto de nada, no, no era un buen dia, y ahora que llegaba la noche, tumbado desnudo en la cama, intentaba buscar una salida a ese dolor que no se iba, que no arreciaba.

Recordé mi experiencia de dos dias atrás, quizás fuera la manera de evadirme, pero sería capaz de concentrarme de nuevo en ello?. Con los ojos cerrados intenté mantener un ritmo de respiración que me relajara, inspirando lentamente, soltando el aire con la misma lentitud, y con el cansancio que pesaba sobre mi, llegue al estado de duermevela, sinceramente, cuando escribo estas palabras, no podria decir si lo que experimento es un sueño, o es realmente algo que vivo, pero tambien quiero decir que el resultado es más que suficiente, para intentarlo de nuevo algunas veces más.

La puerta volvió a aparecer ante mi, la atravesé mientras bajaba los diez escalones y aparecía la segunda puerta, la que llevaba al laboratorio, pero al abrirse, esta vez, no vi los recipientes de vidrio con colores verdes y azules, que iban circulando e hirviendo de unos a otros, no, en esta ocasión, unas mesas de acero inoxidable, se encontraban desnudas ante mi, excepto una en la que con un orden impecable y con un ambiente aseptico me recordaban a uno de esos quirofanos improvisados de cualquier psicopata destripador, que aparecen en las peliculas de terror, no obstante me adentré en el mismo, y si, otra vez, la voz familiar y cínica que ya conocía me volvió a saludar.

- Vaya, no voy a librarme nunca de ti? que tripa se te ha roto ahora?

Me giré, y allí estaba House, sentado en una especie de butaca con ruedas, dandome la espalda, y tirando una pelota azul, contra la pared de forma repetitiva, me acerqué..

+ Pues supongo que alguna tripa rota debo tener, porque me duele todo el cuerpo, lo que no imabinaba era volver a encontrarle aqui..
- Pues ya ves, para una vez que encuentro un lugar en el que pensar, sin demasidas interferencias, resulta que aparece un tio feo para darme la paliza constantemente.
+ NO se preocupe, no pienso estar aqui mucho rato, en realidad, en cuanto encuentre la manera de salir, le vuelvo a dejar tranquilo
- Pues ya estas tardando... (y continuando con su peloteo, dejo de prestarme atención)

Caminé por entre las mesas, buscando, sin saber que buscaba, hasta que ligeramente decepcionado por no encontrar nada, me quedé frente a una pared, con los brazos en jarras, preguntandome si en realidad no estaba yo un poco loco, pero House, el incombustible, volvió a dirigirse a mi..

- Mira, me estás poniendo nervioso, dices que te duele la tripa? caray, siempre que vas a pasar por aqui vas a estar quejandote?
+ Pues no, espero que no, pero la verdad es que con esa simpatia que emanas, tampoco ayudas mucho
- NO he venido aqui a ser simpático, pero realmente tengo ganas de quedarme solo, asi que te recomendaria que cogieras uno de los extintores de la pared, y te fueras
+Un extintor? y para que quiero yo un extintor?
- De verdad, pareces tonto, ves alguna otra cosa que puedas coger? no, verdad? pues coge uno de los extintores y vete ya, me estás desconcentrando

Moví la cabeza con cierta decepción, pero decidí hacerle caso, asi que me fui al que estaba en frente mio, lo tomé, y parecía que estuviera cargado, asi que al levantar la mirada para ver por donde salir, la tercera puerta estaba alli, abierta y en esta ocasión, ante mí se encontraba una especie de tunel tambien, pero por el que no corrian ningun fluido ni cuerpos en suspensión, el suelo, las paredes, todo ello, era rugoso y con unos pelillos que salían de ellos, me introduje en ese tunel pensando hacia donde dirigirme, y la puerta se cerró.

Trás unos segundos de dudas, empecé a caminar, tomando consciencia del olor bastante desagradable que existía en ese lugar, no habia ninguna luz, aunque si podía ver debido a una tenue luminiscencia que emanaba de las mismas paredes del tunel, que por cierto iba obligandome a girar constantemente de un lado a otro, hasta que encontré en la parte superior algo dificil de explicar, daba la sensacion de ser una úlcera, algo parecido a un crater, se estaba comiendo la pared rugosa, y aparte de tener un intenso color rojo en toda su circunferencia, se iba tornando anaranjado hasta llegar a amarillo conforme miraba hacia el centro.
Palpitaba, de forma irregular, y emanaba un hedor apestoso, a podrido, si, a huevos podridos, y yo alli mirando son imaginar que hacer, pero reaccioné al instante, no sin dejar de pensar que vaya locura, apunté con el extintor hacia la ulcera y salió disparada una sustancia blanca que lo cubrió inmediatamente, y ante mis ojos, esa sustancia blanca, no solo cubría aquella cosa indefinible y sin nombre, sino que eliminaba el hedor, y además se iba comiendo todo lo que cubría, reconstruyendo al mismo tiempo la rugosidad, hasta desvanecerse...yo miraba sorprendido, pero estaba claro que había hecho lo correcto, y volví a caminar lentamente por los pasillos.

Durante mi recorrido fui encontrandome nuevas ulceras, algunas tan grandes que parecian cortarme el paso, y me ahogaban en el hedor, y otras recien iniciadas, de poco tamaño, pero que iban creciendo ante mi, en todas ellas, utilizé mi extintor con identico resultado, y me animaba el hecho de que cada vez el hedor era menor y el aire, si es que se le podía llamar aire a lo que respiraba, parecía mejor, aun asi, y ya bastante cansado de la carga que llevaba con el extintor, me detuve unos segundos, y pude sentir como aquel pasillo, que tenía ante mi, se movía, no era un movimiento muy brusco, pero si que podía sentirlo, como contracciones, y las paredes se estrechaban ligeramente, ocmo en una ondulacion con cada una de ellas...empezaba a preocuparme por como iba a salir de alli, pero volví a caminar cargando con mi herramienta sanadora. Dios, si que debo estar loco, mirad como he llamado al extintor!!!

EStuve largos minutos sin encontrar ninguna ulcera mas, no habia contado las que habia eliminado, pero superaban la quincena, y ya no olía mal, pero seguia sin saber si encontraria alguna nueva, o si apareceria una salida, lo que si iba notando es que las dimensiones del pasillo rugoso, iban menguando y yo ya empezaba a caminar casi encorvado.

De repente al girar un recodo, el nauseabundo olor volvió a llegarme y caminé algo más deprisa, y encontré, un lugar en el que el tunel en el que me encontraba se conectaba a uno nuevo, de mayor tamaño, pero entre ese nuevo tunel y yo, se encontraba la mayor de las ulceras que había visto, y se agitaba terriblemente, parecía un fuego vivo, palpitando y mareandome con el olor, no me lo pensé más, y de nuevo utilicé el extintor para cubrirla.

ya casi la tenia cubierta, cuando el extintor de quedó sin producto, y faltaba una pequeña zona por cubrir, el resto estaba desapareciendo, fagocitado por el producto blanco, pero no había acabado, seria posible, no podia dejar aquello asi, asi que dejando el extintor en el suelo, me apresuré a intentar esparcir con mis propias manos, el producto de superficie que estaba vecino a la zona no tratada, y finalmente consegui cubrirlo totalmente, hasta ver como desaparecía de mi vista, sustituido por la superficie rugosa ya conocida, volvia a respirar bien, pero estaba muy cansado, me gire para tomar el extintor, pero tambien se había volatilizado, y yo seguia sin ver ninguna salida.

Y ahora que? me preguntaba, no me quedaba más remedio que seguir caminando, y eso hice, me adentré en el conducto nuevo, de mayor tamaño y más grueso, y caminé, caminé hasta caer rendido de sueño entre aquellas paredes rugosas llenas de pelillos.

De repente, me encontré, sentado en mi cama, respirando agitadamente, y tambien con mi piel bañada en sudor, despierto y desnudo, pero mi dolor, aquel dolor exasperante y agotador había desaparecido, mi tripa ya no me dolía, y me sentía mucho mejor.

Me pellizqué para comprobar que estaba despierto, fui al baño y abrí el grifo de la ducha, el agua corría templada y me duché, disfrutando de la caricia del agua sobre mi cuerpo, me mantuve un rato relajandome...

Finalmente me sequé con lentitud, disfrutando del momento....y me volví a la cama.

2 comentarios:

laura dijo...

Todo lo que te hace bien es bueno al fin y al cabo, o al menos no te perjudica, continua con esto ya se vera donde te lleva

Saludos ........... Laura

P.D. No conozco persona mas cuerda que tu, asi que no digas que estas loco

drusbi dijo...

eso de bombero mola :)

 
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